Cambios de tiempo

¿Se imaginan trabajar de ocho de la mañana a cuatro de la tarde? ¿Cenar entre las seis y media y las siete? ¿Irnos a la cama a las nueve o las diez de la noche? Suena quimérico, al menos en España. Los españoles, aunque nos levantamos más o menos a la misma hora que los franceses, alemanes, portugueses... somos los europeos que más tarde nos vamos a dormir. Esta costumbre afecta a nuestra productividad en el trabajo, a nuestra vida familiar... Sin embargo, se están dando pasos. Pequeños, pero hacia adelante. El pasado lunes tuvo lugar en el salón de congresos del Patio de la Infanta, situado en la sede central de Ibercaja, la conferencia "Horarios: conciliación y productividad". Esta conferencia se enmarca en el II Ciclo sobre Horarios Racionales auspiciado por la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles. Desde este organismo, creado en 2003, se aboga por la equiparación de los horarios españoles con los del resto de Europa. Quizá, explicado así suena raro, pero de lo que se habla es de un concepto mucho más familiar para todos: se habla de conciliación. Durante la conferencia se presentó el vídeo "Tiempos para todos" producido por la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE). Posteriormente, tuvo lugar una mesa redonda, a la que corresponde la imagen, en la cual participaron: Eva Holgado, presidenta de la Federación Española de Familias Numerosas; Juan Pablo Maldonado, profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad CEU, San Pablo y María Ángeles Osorio, directora de la fundación Solventia y ARHOE. En esa mesa redonda, moderada por Ignacio Buqueras Buch, presidente de ARHOE, y en el coloquio posterior, se abordó el asunto de la conciliación desde diversos prismas.

La implicación de todos los agentes de la sociedad es fundamental para alcanzar esa conciliación. Aunque el cambio de horarios es algo que afectaria a la globalidad de la sociedad, se debe empezar por los pequeños detalles. Por ejemplo, por compartir las tareas de la casa entre el hombre y la mujer, o que las empresas implementen horarios que faciliten estar en casa a las seis de la tarde... son pequeños ejemplos, pero que facilitan en gran medida esa tan cacareada conciliación. Una conciliación que no debe ser impuesta por ninguna ley ni ningún ministerio, sino una opción personal de los miembros de una sociedad educada para ello.

Para saber más:
http://www.horariosenespana.com/